jueves, 6 de octubre de 2011

El cincel de Dios - ¡eres una obra maestra original!

¡Hola!

Hoy te quiero decir una cosa: ¡eres una obra maestra original!

Checa este vídeo que encontré, se relaciona con la entrada anterior (El David), no importa cuál es la opinión de los demás sobre ti, ni aún la tuya la que de verdad vale es la de Dios. ¿Sabes qué dice Dios de ti?

Espero te guste y ayude:)




Eduardo Escobar

jueves, 29 de septiembre de 2011

El David - ¡Dios nunca se rinde contigo!

¡Hola!

 Esta semana quiero decirte una cosa: ¡Dios nunca se rinde contigo!

 Todos conocemos la escultura de Miguel Ángel llamada "el David". Es una obra asombrosa llena de detalles y razgos perfectos. Sin embargo, esto no fue así siempre.

Hubo un tiempo en que el David no era más que una enorme piedra de mármol, sin forma pero dispuesta a ser moldeada.

La piedra fue traída al taller. Pero el artista no era Miguel Ángel, sino Agustín Di Duccio.

Agustín trabajó sobre la escultura por un tiempo, quitaba trozo tras trozo del enorme bloque blanco.

Un día se percató que había quitado más de lo debido, intentó solucionar la situación, sin embargo era imposible. Ese enorme pedazo de piedra había sido considerado inservible.

Tu vida es un bloque de piedra. Conforme pasan el tiempo varios "artistas" te moldean. Tus familiares son unos de ellos, y palabras como "eres un inútil" o "que bien lo hiciste" son cinceles que van moldeando tu rostro, tus sentimientos y tus acciones.

Otros "artistas" son tus amigos y novi@s. Experiencias de aceptación y rechazo son martillos y cinceles que van dando forma a tu cuerpo, tus facciones, y tus gustos.

Tú mismo eres un "artista". Tus sentimientos, ideas y convicciones moldean tu figura.

Sin embargo, igual que Agustín un día todos los seres humanos nos damos cuenta que hemos hecho de nuestro bloque de mármol, es decir de nuestra vida, un trozo de piedra inservible.

Esto es inevitable. La Biblia refleja a lo largo y ancho de sus páginas que los seres humanos, por nuestras propias fuerzas, tarde o temprano terminamos así.

Pasaron años y el inservible bloque de mármol se empolvo en la bodega del taller. En cierta ocasión, el gobernante de la ciudad entró y contempló el pedazo de piedra, y pensó que solamente una persona podría tomar ese quebrantado bloque de mármol y hacer de él una obra maestra. El  nombre del artista de artistas: Miguel Ánguel.

Una vez más el bloque se encontraba en el taller. Ahora más deforme que la primera vez, el público lo consideraban caso perdido, los otros artistas decían en voz alta "pérdida de tiempo", "inútil", "basura". Pero al gobernante únicamente le importaba una opinión, la de Miguel Ángel.

Miguel Ángel entró al talle. Contempló detalladamente la piedra, la rodeó, la tocó, y sin quitarle los ojos de encima dijo "yo lo haré".

El artista de artistas tomó sus instrumentos y comenzó a esculpir. Quitó lo que tenía que ser quitado. Pulió lo que tenía que ser pulido. Día tras día, Miguel Ángel venía al taller a trabajar sobre aquel "inservible" trozo de piedra blanca.

Un día, después de mucho esfuerzo y trabajo la obra estaba terminada. Toda la ciudad había sido invitada a contemplar qué había sucedido con aquel "inservible" bloque de mármol. El más ansioso de todos: el gobernante.

La escultura fue develada. Todos estaban asombrados. El silencio reinó por unos segundos. Los detalles eran increíbles. La belleza dejaba perplejo a cualquiera. Era el David.

Hoy quiero decirte que Dios es así: ¡Nunca se da por vencido contigo!

A Dios no le importan las opiniones de los demás artistas, ni aún la tuya. A Él únicamente le interesa una opinión: la de Jesús. ¿Sabes cuál es la opinión de Jesús acerca de ti?

Cuando todos consideran que eres caso perdido, y aún tú mismo te has dejado caer, Jesús, el artista de artistas, te contempla detalladamente, observa cada aspecto de tu vida y dice "yo lo haré".

El EVANGELIO, la buena noticia, es que Dios no se da por vencido contigo. Aún cuando has hecho de tu vida un pedazo inservible de piedra, Él decide amarte y no rendirse contigo, sino todo lo contrario,  hacer de ti una obra maestra para que todo aquel que te vea sepa quién fue el artista que te esculpió.

Deja de ponerte en manos de pseudo "artistas" y ponte en las manos de Dios.

Pastor de jóvenes Eduardo Escobar

martes, 20 de septiembre de 2011

Don bueno - ¿Te crees lo suficientemente bueno?


¡Hola!

Esta semana te quiero presentar un vídeo titulado "Don Bueno".

La idea común es que las personas "buenas" se van al cielo y las "malas" al infierno. Bueno, hoy quiero decirte que esto es ¡FALSO!

De acuerdo a la Biblia NADIE es suficientemente "bueno" para ganarse el cielo, TODOS merecemos la muerte eterna o infierno.

Normalmente decimos que fulanito o sutanito son personas que merecen ir al cielo, pero esto sucede cuando se les compara con otra persona de menor calidad ética o moral. Al colocarnos frente a Dios y su ley, nos damos cuenta que TODOS hemos fallado.

Entonces, si ni las personas que consideramos "buenas" van al cielo, ¿qué pueden esperar las personas consideradas "malas"?

La respuesta se llama EVANGELIO. Esta palabra significa "buena noticia". Y la buena noticia es que Dios nos ama, salva y da la vida eterna (comúnmente llamado "cielo") no por que nos hayamos portado bien sino como un regalo inmerecido, es decir, por GRACIA.

Si tú crees que eres un "Don Bueno" y mereces el cielo, este vídeo es para ti. Pero si tú consideras que no eres tan bueno y no has ganado el cielo, este vídeo también es para ti.



Pastor de jóvenes Eduardo Escobar

miércoles, 14 de septiembre de 2011

¡No olvides tus lentes! - ¿Cómo tener una comunión personal y diaria con Dios?

¡Hola!

Hoy vamos a hablar sobre la COMUNIÓN PERSONAL  Y DIARIA CON DIOS y los LENTES.

Desde que tengo 12 años uso lentes por necesidad. Los lentes me ayudan a ver la realidad tal cual es. Si me los quito veo borroso, no reconozco a las personas, no puedo leer nada y, después de un rato, la cabeza comienza a dolerme.


Un buen día me rebelé contra mis lentes y los dejé de usar. Al principio me pasó lo de siempre (vista borrosa, no reconocía a las personas, no podía leer y el dolor de cabeza) pero después de casi un día comencé a notar que veía bien, podía reconocer a mis amigos, leer libros y el dolor se fue.

Durante unos meses viví feliz, sin lentes. Otro buen día, los lentes decidieron vengarse de mi rebelión: mis ojos comenzaron a lagrimear, parpadeaba mucho, el dolor de cabeza regresó. Pronto me encontraba con la doctora y lo primero que me preguntó fue: ¿y tus lentes?

Ella me explicó que los ojos tiene cierta flexibilidad. Si dejaba de usar mis lentes, los ojos se esforzarían el doble por tener una vista normal, pero esto no sería para siempre. Tarde o temprano tendría que recurrir de nuevo a los lentes.

La verdad es que como cristianos también tenemos lentes que nos ayudan a ver la realidad como Dios la ve (es decir, la verdadera realidad). Esos lentes son nuestra comunión personal y diaria con Dios: leer nuestra biblia y orar.

Leer la biblia y orar de manera personal y diaria son los lentes indispensables para todo cristiano. Si no me pongo los lentes veré mi vida borrosa, no reconoceré a las personas, ni podré leer y pronto tendré una fuerte jaqueca o en otras palabras: no podré comprobar la voluntad de Dios en mis estudios, qué decisión es la correcta en mi noviazgo, qué es lo que Dios está haciendo en mi familia, o cómo afrontar una situación difícil en mi escuela o iglesia.

Como cristianos también nos rebelamos a nuestros lentes y excusas no nos faltan. La realidad es que tarde o temprano necesitamos volver a usarlos.

La pregunta entonces es: ¿Cómo tener una comunión personal y diaria con Dios? El momento de comunión personal y diaria con Dios no tiene porque ser todo un culto dominical en tu cuarto. No importa el lugar (autobús, cuarto, escuela o parque) ni la hora (mañana, tarde, noche o madrugada), ni la formalidad (corbata, uniforme o pijama), basta con 5 minutos diarios.

Una forma de hacer tu devocional es OLO: Oración - Lectura - Oración

Para comenzar, haz una pequeña oración pidiendo dirección en tu devocional. Después, realiza una lectura bíblica. Te sugiero que utilices una versión de lenguaje sencillo y leas libros bíblicos enteros avanzando un capítulo o sección por día, yo uso la Traducción Lenguaje Actual y hoy leí Hechos 7, por lo que mañana leeré el capítulo 8. Lee y reflexiona lo leído. Después ora por tu día pidiendo dirección y valor para vivir lo leído. (Oración - Lectura - Oración

En tus oraciones, también puedes incluir una lista de personas (amigos, familia, iglesia) y situaciones (enfermedad, cumpleaños, ¡exámenes!) por los cuales hay que interceder o pedir dirección. De igual forma, es recomendable llevar un diario dónde anotes lo que te ha impresionado del pasaje leído o de tu momento de oración.

Recuerda que para ponerte los lentes basta con 5 minutos (aunque pronto querrás más y más) y puede salvarte la vida.


Pastor de jóvenes Eduardo Escobar





miércoles, 7 de septiembre de 2011

La verdadera prueba de amor


¡Hola!

Esta semana les quiero compartir un video de un programa de radio llamado "Al Punto", donde Jeffrey de León (especialista en liderazgo cristiano y pastoral juvenil) da consejos de todo tipo de temas. Este video trata de un tema muy recurrente en el noviazgo: la prueba de amor. Chéquenlo:)


¿Qué opinas? El programa "Al Punto" se caracteriza por ser directo y radical dos características de ser cristiano. La verdadera prueba de amor es un amor que protege y respeta, y ahora que lo sabes ¿qué harás?

La web de la radio es: http://cvclavoz.com/shows/ap/

Pastor de jóvenes Eduardo Escobar

miércoles, 31 de agosto de 2011

Jugemos Jenga!


¡Hola!

Esta semana te quiero explicar qué es el EVANGELIO de Jesús con el juego de JENGA ;)

Tu vida es como una torre de JENGA. Cada pieza representa a una persona, un objeto o una acción que realices.

Todos tenemos piezas que son más importantes que otras. Yo puedo quitar la pieza de un vecino poco importante de tu torre, es decir tu vida, y esta seguirá de pie y tal vez ni se mueva.

Pero si te quito una pieza importante (tus padres, tus estudios, tus amigos, ¡tu celular!) tu torre es muy posible que tiemble, se mueva y amenace con caerse.

Entre todas tus piezas hay una que es la central y fundamental. Si esta pieza la quito de tu vida, tu torre seguro se caerá. Esta pieza principal puede ser tus amigos, tu novi@, el dinero, tu consola de videojuegos, hacer deporte, comer, o vagar por interntet. Lo que sea central en tu vida será la pieza sobre la cual esta construida tu torre.

La situación es que cada pieza tiene un precio. Si quiero que mis amigos sean la pieza central de mi vida, yo tengo que amoldarme a sus actividades (tengo que hacer o dejar de hacer lo que ellos hacen o no hacen); si es mi novi@, yo tengo que hacer todo lo que esté en mis manos por tener a esa persona feliz y cómoda conmigo; si es una consola de videojuegos, tengo que dejar de hacer otras cosas (¡tareas!) para dedicar todo mi tiempo y energía para pasar al siguiente nivel y derrotar al niño japones de 8 años que se la vive pegado a los controles al otro lado del mundo.

Entre todas las piezas hay una que es la de Dios. Los seres humanos fuimos diseñados de tal forma, que la única manera de vivir una vida plena, es con la pieza de Dios como la principal de nuestra torre. El pecado es lo contrario. Es colocar cualquier cosa que no sea Dios (amigos, novi@, diversión) como pieza central en tu torre. El problema es que todos pecamos y la pieza de Dios es tan cara (en realidad la más cara de todas) que nadie puede comprarla. Por lo tanto nadie puede vivir una vida plena ni aquí y mucho menos en la eternidad, esa es la consecuencia del pecado.

El EVANGELIO es que Jesús, quien vivió su vida de principio a fin con Dios como la pieza central de su torre, por amor gratuito y sin que tú lo merecieras, decidió regalarte la pieza de Dios para que la colocarás como el centro de tu torre y vivieras plenamente. ¿Cuánto le costó la pieza de Dios para ti? Su vida.

¿Qué necesitas hacer para colocar a Dios como la pieza central de tu vida? La pieza de Dios te la entrega Jesús al confiar en él, es decir, permitir que derribe tu torre actual, lo cual no es fácil porque es tu mundo tal cual lo conoces (¡y eso da miedo!). Pero una vez que están las piezas en la mesa, desordenadas, Jesús coloca la pieza de Dios como la principal y después el resto de las piezas (amigos, novi@ y diversión) toman el lugar que les corresponde. El resultado es una vida nueva y sobretodo ¡plena! que gira alrededor de Dios.


 Pastor de jóvenes Eduardo Escobar