miércoles, 14 de septiembre de 2011

¡No olvides tus lentes! - ¿Cómo tener una comunión personal y diaria con Dios?

¡Hola!

Hoy vamos a hablar sobre la COMUNIÓN PERSONAL  Y DIARIA CON DIOS y los LENTES.

Desde que tengo 12 años uso lentes por necesidad. Los lentes me ayudan a ver la realidad tal cual es. Si me los quito veo borroso, no reconozco a las personas, no puedo leer nada y, después de un rato, la cabeza comienza a dolerme.


Un buen día me rebelé contra mis lentes y los dejé de usar. Al principio me pasó lo de siempre (vista borrosa, no reconocía a las personas, no podía leer y el dolor de cabeza) pero después de casi un día comencé a notar que veía bien, podía reconocer a mis amigos, leer libros y el dolor se fue.

Durante unos meses viví feliz, sin lentes. Otro buen día, los lentes decidieron vengarse de mi rebelión: mis ojos comenzaron a lagrimear, parpadeaba mucho, el dolor de cabeza regresó. Pronto me encontraba con la doctora y lo primero que me preguntó fue: ¿y tus lentes?

Ella me explicó que los ojos tiene cierta flexibilidad. Si dejaba de usar mis lentes, los ojos se esforzarían el doble por tener una vista normal, pero esto no sería para siempre. Tarde o temprano tendría que recurrir de nuevo a los lentes.

La verdad es que como cristianos también tenemos lentes que nos ayudan a ver la realidad como Dios la ve (es decir, la verdadera realidad). Esos lentes son nuestra comunión personal y diaria con Dios: leer nuestra biblia y orar.

Leer la biblia y orar de manera personal y diaria son los lentes indispensables para todo cristiano. Si no me pongo los lentes veré mi vida borrosa, no reconoceré a las personas, ni podré leer y pronto tendré una fuerte jaqueca o en otras palabras: no podré comprobar la voluntad de Dios en mis estudios, qué decisión es la correcta en mi noviazgo, qué es lo que Dios está haciendo en mi familia, o cómo afrontar una situación difícil en mi escuela o iglesia.

Como cristianos también nos rebelamos a nuestros lentes y excusas no nos faltan. La realidad es que tarde o temprano necesitamos volver a usarlos.

La pregunta entonces es: ¿Cómo tener una comunión personal y diaria con Dios? El momento de comunión personal y diaria con Dios no tiene porque ser todo un culto dominical en tu cuarto. No importa el lugar (autobús, cuarto, escuela o parque) ni la hora (mañana, tarde, noche o madrugada), ni la formalidad (corbata, uniforme o pijama), basta con 5 minutos diarios.

Una forma de hacer tu devocional es OLO: Oración - Lectura - Oración

Para comenzar, haz una pequeña oración pidiendo dirección en tu devocional. Después, realiza una lectura bíblica. Te sugiero que utilices una versión de lenguaje sencillo y leas libros bíblicos enteros avanzando un capítulo o sección por día, yo uso la Traducción Lenguaje Actual y hoy leí Hechos 7, por lo que mañana leeré el capítulo 8. Lee y reflexiona lo leído. Después ora por tu día pidiendo dirección y valor para vivir lo leído. (Oración - Lectura - Oración

En tus oraciones, también puedes incluir una lista de personas (amigos, familia, iglesia) y situaciones (enfermedad, cumpleaños, ¡exámenes!) por los cuales hay que interceder o pedir dirección. De igual forma, es recomendable llevar un diario dónde anotes lo que te ha impresionado del pasaje leído o de tu momento de oración.

Recuerda que para ponerte los lentes basta con 5 minutos (aunque pronto querrás más y más) y puede salvarte la vida.


Pastor de jóvenes Eduardo Escobar





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